Francisca reflexiona sobre cómo su pasado y las vivencias de su infancia moldearon su manera de entender el amor y las relaciones. Durante mucho tiempo, se encontró atrapada en un ciclo de inseguridades y creencias limitantes, lo que la llevó a darse cuenta de que necesitaba enfrentar sus propios temores y superar esos obstáculos internos para poder construir una relación saludable con Francesco Zampogna.
“Yo venía de cierto tipo de relaciones que podríamos llamar tóxicas, relaciones que no me aportaban absolutamente nada, pero que me convencí de que era lo que me merecía. Aunque reconocía que Francesco era ‘el padre de mis hijos’, intentaba sabotear la relación porque sentía que él era demasiado bueno para mí”, compartió en su pódcast. La dominicana reveló que un ultimátum de Francesco fue el punto de inflexión que necesitaba. Él le mostró que el amor verdadero no debería estar caracterizado por celos ni conductas dañinas, sino por confianza y respeto mutuo. “Creía que el hombre debía celarme, controlar cómo me vestía, revisar mi teléfono, y que yo debía hacer lo mismo. Venía de ese tipo de relación”, añadió.
Este proceso de transformación no fue sencillo para Francisca, ya que tuvo que desprenderse de antiguas costumbres y aprender a valorarse a sí misma. Con el tiempo, empezó a entender que merecía un amor auténtico y dejó atrás la idea de que debía conformarse con menos. “Si no hubiera reflexionado, si no hubiera entendido todo esto, probablemente no estaría aquí hablando de Franco, de Gennaro, ni de Francesco, porque la relación habría terminado”, expresó la presentadora de televisión. Su historia es una lección poderosa sobre la importancia de sanar las heridas del pasado y estar abierta a la posibilidad de relaciones positivas y enriquecedoras.
Francisca recordó una frase que Francesco le dijo: “Un día él me dijo: ‘Hello, párate aquí en este momento, la gente se junta para ser feliz’. Esa frase lo cambió todo para mí y pensé: ‘Ese es el verdadero sentido de estar en una relación’. Es elegir a alguien para respetarlo, amarlo, para ser felices juntos. Si no te sientes en paz con una persona, entonces ese no es tu lugar”, concluyó.